Pedro Sánchez en la moción de censura de Mariano Rajoy
Señorías, La corrupción actúa como un agente disolvente y profundamente nocivo para cualquier país. Disuelve la confianza de una sociedad en sus gobernantes y debilita en consecuencia a los poderes del Estado. Pero también ataca de raíz a la cohesión social, en la que se fundamenta la convivencia de nuestra democracia, si a la sensación de impunidad y a la lógica por la envergadura de los hechos que están siendo investigados, la lógica respuesta lenta de la Justicia, se une la incapacidad de asumir las más mínimas responsabilidades políticas por los actores concernidos.
La corrupción merma la fe en la vigencia del Estado de Derecho cuando campa a sus anchas o no hay una respuesta política acorde a la entidad del daño que se ocasiona.
Y en último término, la corrupción destruye la fe en las instituciones, y más aún en la política, cuando no hay una reacción firme desde el terreno de la ejemplaridad.
La sentencia de la Audiencia Nacional hecha pública el pasado 24 de mayo, sobre el Caso Gürtel, y más aún la ausencia de respuesta del poder Ejecutivo que pretende ponerse de perfil, de nuevo, una vez más, ante la gravedad de los hechos que han sido ya probados por parte de la Justicia, no admitiría –como he dicho antes- más salida que la dimisión inmediata del Presidente del Gobierno en cualquier democracia equiparable a la nuestra.
Por esta razón, y en este punto, quiero subrayar que quien activa esta moción de censura es hoy el presidente del Gobierno de España. Es usted, señor Rajoy, quien nos ha traído hasta aquí. Pero, señorías, este escenario puede cambiar en este preciso momento, señor Rajoy.
Este debate, en este mismo segundo, puede llegar a su fin. Le voy a hacer una pregunta, señor Rajoy. ¿Está usted dispuesto a dimitir? ¿Está dispuesto a dimitir hoy, aquí, ahora? Dimita señor Rajoy, y todo terminará. Podrá salir de la Presidencia del Gobierno por decisión propia. ¿Va a dimitir, señor Rajoy, o va a continuar aferrado al cargo debilitando la democracia y debilitando y devaluando la calidad institucional de la presidencia del Gobierno?
Señorías, Es el grupo parlamentario socialista quien activa esta moción de censura. Pero es usted, señor Rajoy, señor presidente del Gobierno, es su obstinación de aferrarse al cargo hasta las últimas consecuencias, cueste lo que cueste, sufra quien sufra, nuestra democracia quien asume la auténtica autoría de esta moción, de la cual más que su destinatario, usted, señor Rajoy, es su auténtico proponente.
Así que dimita, señor Rajoy. Su tiempo, acabó. Dimita. Dimita y esta moción de censura habrá terminado hoy, aquí y ahora. Y es consecuencia de esa ausencia de la respuesta lo que motiva la censura que pido a los 350 diputados y diputadas que están en esta Cámara, sobre un Presidente que ha tomado la decisión, de nuevo, de ignorar el sentido común en lugar de marcharse por voluntad propia.
Es hoy, aquí, Señorías, en este momento en el que deben ustedes dar una respuesta que no admite más que dos alternativas: la continuidad o la censura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. Y este es el momento en el que su voto, Señorías, compromete su palabra. Especialmente, la de quienes dijeron que venían a regenerar la vida democrática de este país.
Ante toda la Cámara, persiste la imagen de un Presidente que opta por la peor de las respuestas que es atrincherarse en el cargo, aupado por el peso de una Cámara fragmentada, con grupos parlamentarios cuyos intereses son difíciles y complejos de casar, eso es evidente, y que el propio Gobierno de España ha tratado de ensanchar, precisamente para perpetuarse en el poder.